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lidad le sacamos nosotras los secretos a los hombres? Desde el
"Si no me dices, me enojo" hasta el "Gurdate tus secretos. A
m no me volvers a ver". Bernal, t sabas de mi relación nti-
ma, en un momento de su vida, con Lorenzo Tern. Fue l
quien protegió a nuestro malhadado, pobre hijo. Yo quise darle
las gracias sin reservas. Fueron sólo unas semanas de amor,
cuando viaj a los Estados Unidos. Nos encontramos en Hous-
ton l y yo. Me mostró las radiografas. Yo siempre supe, Ber-
nal, que el Presidente iba a morir. Ni cundo ni cómo. Haba
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CARLOS FUENTES La silla del guila
que estar preparados. Lo hice por ti, mi amor. Si el Presidente
viva hasta la elección del 2024 o ms all, Valdivia nos cubra
la espalda en Los Pinos. Si Lorenzo Tern mora en la Silla del
guila, quin ms maleable que Valdivia, hechura nuestra, pa-
ra ser Presidente Provisional o en su caso, Sustituto y preparar
as tu elección? Tal fue mi clculo. S, "la poltica es lo que el
hombre hace a fin de ocultar lo que es y lo que ignora". Con
Valdivia salamos ganando por los dos lados. De las oficinas de
la Presidencia a la Subsecretara de Gobernación a secretario
encargado del despacho hoy. Perdona mis engaos. Comparte
nuestros xitos. El Congreso habr de nombrar un Presidente
Sustituto. Tenemos a nuestro hombre. Es Valdivia. Lo hemos
preparado para el puesto. l ordenar la elección de julio del
2024 y t sers candidato, nuevamente, de la ciudadana.
Quin elige al Presidente de Mxico? En un setenta por ciento,
la ciudadana sin partido. Quin ser tu opositor? Tcito est
eliminado. Andino no da el tamao. Nadie en el "gabinetazo",
como se deca a principios de siglo, tiene los tamaos.
Hay las tentaciones: los militares. Hay el misterio de Ula y
su detentador, El Anciano del Portal, al cual no puedes ni tortu-
rar ni asesinar para que suelte prenda. Se llevara el secreto a
la tumba. Y torturar a un anciano puede matarlo o sera una
crueldad deshonrosa. Luego hay esa inoportuna seorita De la
Garza, que le escribe cartas de amor al difunto candidato To-
ms Moctezuma Moro.
En suma, que debes encontrarte un contrincante, Bernal. Ya
ves, la ltima vez que tuvimos un Presidente electo sin oposi-
tor, López Portillo, cómo nos fue. La vanidad se devoró a la in-
teligencia. La prepotencia rebasó los lmites de la reflexión.
Quin ser tu oponente en el 2024, Bernal?
Eso es lo que debera preocuparnos, no tus locas serenatas
de amor entre rucos. Porque t tienes cincuenta y dos aos y
yo cuarenta y nueve, digamos la neta. T me susurras al odo
en Catedral, en medio de responsos fnebres,
Mara del Rosario, hemos aplazado nuestro matrimonio un
cuarto de siglo. Sabemos las razones. Pero ahora piensa en lo
indispensable que es un candidato casado.
El Presidente Tern era soltero...
Pero con fama de monje. Nadie le reprochó nada. Pero dos
al hilo, Mara del Rosario, dos al hilo, date cuenta, van a creer
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CARLOS FUENTES La silla del guila
que soy pual. Disimul la risa tras el velo negro. Encuntrate
otra, Bernal. Marucha, yo sólo te he querido a ti.
Perdón. No quise romper las cuentas del rosario que llevaba
entre las manos. Se regaron con un ruido espantoso.
Luego hablamos.
No. Ahora.
Mira la fila para la comunión, ven. Hablemos en voz baja.
Qu te dije, Bernal, los dos juntos en la lenta cola que iba
camino a la eucarista? Qu te dije? Vamos dejando constan-
cia.
Todo hombre teme a una mujer capaz de pensar y actuar
por s misma. Todo hombre teme a una mujer fuerte y capaz de
defenderse. Prefiero actuar sola y no inspirarle temor a un ma-
rido. Te lo digo por tu propio bien. Por eso nunca me cas con-
tigo de jóvenes. Nunca me tengas compasión. T le pediras a
un hombre que abandone a sus amigos? Sus restoranes, sus
costumbres? Yo misma no lo aceptara. Por qu habra de obli-
gar a nadie a ser lo mismo que yo no quiero ser? Djame ser
mi propia mujer. Recuerda que soy hija de un temible padre y
que en poltica me siento autorizada a actuar como l lo hizo en
los negocios. Me justifico a m misma, Bernal, diciendo que l
tena la energa del mal ms que hacer dinero, ser dinero y
que a m, tortuosamente si t quieres, me inspira el bien co-
mn. Rete aunque no puedas porque estamos en un Te Deum.
Rete por dentro. Pero reflexiona y piensa que tengo una gran
falla. No s ser una buena esposa. No s compartir, rer, aliviar.
Sólo s intrigar, pero eso j esprelo hago con una elegancia
que honra a mis aliados. Quiz no sepa querer a un hombre.
Pero a un amigo, como t, s que s honrarlo...
Recibimos el cuerpo de Cristo, hincados lado a lado frente al
altar mayor y de manos del arzobispo de Mxico, Pelayo Carde-
nal Mungua.
Al terminar la ceremonia, me invitaste a subir a tu auto.
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